El Samsung Galaxy S3 Mini es el hermano pequeño del Samsung Galaxy S3. Podemos estar de acuerdo en que quizás este último tenga un tamaño no muy apropiado para cierto tipo de usuarios, quienes no quieren renunciar a tener un smartphone puntero pero que no necesitan una pantalla inmensa. Para ello, Samsung ha sacado el Galaxy S3 Mini, enfocado a captar a estos usuarios. ¿Como se desenvuelve en el día a día? ¿Es suficientemente potente para las tareas cotidianas? ¿Me permitirá jugar a juegos o disfrutar de contenido multimedia sin ningún sacrificio? Vamos a verlo en este análisis.
Características técnicas
El Samsung Galaxy S3 Mini tiene una hoja de características que se quedan un poco cortas al compararlo con su hermano mayor. Empezamos con una pantalla Super AMOLED de 4 pulgadas con unaresolución de 400 x 800 píxeles y 233 ppp (de la cual hablaremos largo y tendido más adelante), un procesador de doble núcleo Cortex-A9 que funciona a 1Ghz, una gráfica Mali-400 y 1 GB de RAM.
Cuenta también con una cámara de 5MP con autofocus, flash LED y que es capaz de grabar vídeo HD 720p a 30 fps. Delante cuenta con una cámara VGA que sirve para videollamadas y poco más. Tenemos los 1500 mAh de batería que dan un rendimiento correcto pero sin pasarse, radio FM y 8 o 16 GB de memoria con slot para tarjetas Micro SD de hasta 32 GB. En cuanto a medidas el Samsung Galaxy S3 Mini mide 121.6 mm de alto, 63 mm de ancho y 9.9 de grosor y pesa 111.5 g gracias a los cuales se siente bastante ligero.
Diseño
El diseño del Samsung Galaxy S3 Mini es resultón pero un poco anodino. Es decir, empezamos con que es igual al del Galaxy S3. Se ha achatado un poco pero no hay ninguna característica que lo diferencie de este. Vale que sea el hermano pequeño pero no hace falta que sea un clon. Parece que Samsung ha encontrado un diseño que les va bien y por ello todos los dispositivos han de ser parecidos pero eso no ayuda nada a diferenciarlos unos de otros.
Por una parte, si obviamos el hecho de que ya lo hemos visto antes, el diseño se ve claro y limpio. Mirándolo de frente es bastante resultón y agradable a la vista. Solo encuentro que el boton de Home rompe un poco con la simplicidad del conjunto y queda un poco pegote. Con un botón táctil se hubiera arreglado. En la parte trasera encontramos la tapa extraíble, la cual es demasiado endeble. Es resistente en el conjunto pero al sacarla parece que se va a romper con solo mirarla y las sujeciones no parece que aguanten mucho trote. Tampoco podemos obviar que todo es un mar de plástico. No hace falta poner aluminio a diestro y siniestro pero todo lo que se ve es plástico, incluso el borde metalizado lo es. Un material distinto no le hubiera ido mal.
Por otra parte los botones laterales son muy endebles. Tanto el botón de encendido como el de volumen bailan demasiado al tacto y a veces da la sensación que se vayan a desprender. Tienen demasiado juego para mi gusto, sobretodo el de encendido y no se si con un uso continuado podría dar problemas.
En resumen, el diseño del Galaxy S3 Mini cumple pero se podría esperar más del departamento de diseño de Samsung. Un poco de diferenciación de su hermano mayor y la inclusión de otro material que no fuera el plástico empañan un diseño simple y limpio. El conjunto es bastante sólido y especialmente si tenemos en cuenta la ligereza del dispositivo pero preferiría un poco más de peso y una parte trasera y un borde más sólidos.
Hardware
Llegamos a uno de los puntos más complicados del teléfono. El hardware, vamos a ser sinceros, no es todo lo potente que debería ser. Todo queda maquillado gracias a que el estamos usando el teléfono bajo Jelly Bean, que nos da un plus de rendimiento pero el desempeño con tareas que requieran un procesamiento intensivo deja bastante que desear. Para un uso normal nos basta, y no he notado casininguna ralentización. He de remarcar el casi ya que si bien con uso normal no sufre si nos ponemos a jugar con las pantallas de inicio, por ejemplo, y las empezamos a pasar a toda velocidad el teléfono se enganchará un poco.
Su desempeño en juegos es también bastante pobre. Con juegos en 3D es imposible. Jugué al Yesterdayy era imposible jugarlo fluido. El Shadowgun directamente se movía a muy pocos frames por segundo y era injugable. Con juegos más casuales la experiencia es positiva. Angry Birds Space se movía casi sin ningún enganche y Jetpack Joyride se jugaba problemas.
El inconveniente grave que le veo es que todo funciona bastante bien ahora, pero ya sabemos como avanza esto. Lo que ahora funciona bien en unos meses es justo y me da la sensación que este Samsung Galaxy S3 Mini no aguantará muy bien el paso del tiempo. Dicho lo dicho, si el único proposito de uso del teléfono será aplicaciones sociales, noticias y navegar sirve bien su propósito.
Otro de los puntos clave para mucha gente es la cámara. La del Galaxy S3 Mini sigue la tónica de todo el hardware y se queda en un aprobado. En escenarios con bastante luz natural da el pego y saca del apuro. Es calidad suficiente para compartirlas en Instagram o por la web. Con poca luz o en días nublados su desempeño es suficiente. O todo es oscuro o demasiado claro y los colores son muy apagados. El flash LED es muy potente y sirve bien su propósito de linterna o como arma cegadora pero a la hora de hacer una foto será inútil si queremos que la gente tenga una expresión decente en cámara.
Por último el sonido es también aceptable, pero sin demasiadas estridencias. La salida de auriculares nos da un sonido un poco apagado, como si tuviéramos una almohada entre la fuente y nosotros. Le falta un punto de brillantez. El del altavoz es, por otra parte, muy bueno. No tanto en calidad, ya que estamos hablando de un altavoz de móvil muy pequeño pero sí que en volumen. He podido escuchar las notificaciones mientras lo tenía en el bolsillo y estaba por una calle repleta de gente así que este aspecto es positivo.
Como complemento hay que hacer una mención a la vibración, que es muy silenciosa, demasiado para mi gusto. He tenido el teléfono en la mesa sin sonido para no molestar y de todas las notificaciones no me he enterado de ninguna ya que la vibración era muy ténue.
En resumen, el hardware se queda con un procesador justito, una gráfica mediocre para los tiempos que corren, una cámara aceptable y un sonido decente pero no para tirar cohetes. Mención especial también a la omisión de NFC y LED de notificaciones.
Pantalla
El punto clave de los teléfonos hoy en día es la pantalla y esta genera sensaciones contraopuestas. Estamos delante de una pantalla Super AMOLED de 4 pulgadas con una resolución de 400 x 800 píxeles y 233 ppp y la primera impresión nada más sacarlo de la caja decepciona. Todo por culpa del Pentile. La resolución es baja, perfecto, lo puedo asumir, pero si encima se ven algunos píxeles grandes multicolores toda la experiencia de uso se va al traste. Por ejemplo, los blancos no llegan a ser blancos porque vemos pequeños píxeles multicolores. No digo que molesten, solo que ahí están y que se ven a simple vista, no hace falta acercarse mucho a la pantalla. Lo peor es que al navegar por la web o leer texto se notan demasiado.
Por otra parte, los colores son bastante buenos y el contraste también está muy bien. Las imágenes tiene colores vivos y los negros son muy negros. Los videos se ven bien y en general, todo lo que no tenga un fondo blanco se ve correctamente. Con los blancos es donde el problema de los píxeles destaca más y donde se empaña más la impresión general.
Una de las omisiones más notables, por aquello de que se nota cuando no está, es el sensor de luminosidad. No es agradable levantarte por la mañana y que al apagar la alarma la pantalla te de una bofetada en la cara porqué te has dejado el brillo al máximo la noche anterior. No entiendo como algo que es tan básico se omite. Si que tenemos un control deslizante muy a mano pero no deja de ser un parche.
Experiencia de uso
Llegamos al último punto. Ya hemos visto que el Samsung Galaxy S3 Mini va justo en algunos aspectos. ¿Se traduce esto en una mala experiencia de uso? Pues para ser sincero no. Aunque hay que reconocer que gran parte del mérito no es de Samsung sino de Google, ya que el Galaxy S3 Mini funciona con Android 4.1 y esto hace que su desempeño sea muy fluido.
Por encima tenemos una capa de personalización Touchwiz que, personalmente, creo que se la podrían ahorrar. Es muy ligera y en la pantalla de inicio no molesta demasiado. Además en todo caso podríamos instalar un launcher distinto y listo. Pero lo notamos a la hora de acceder a los ajustes, en donde nos encontramos con un menú bastante feo. Ahora que Google está consiguiendo hacer las cosas bonitas con Jelly Bean viene Samsung y decide que mejor que sus teléfonos lleven algo más feo. Son cosas que no entenderé.
También tenemos unos accesos directos, al entrar en el centro de notificaciones, para encender el WiFi, el GPS, Bluetooth, etc. Son bastante útiles y debajo tenemos también el slider de brillo de pantalla. Por último, bajo el menú de Movimiento en Ajustes tenemos una serie de gestos que podemos hacer para activar diversas funciones del teléfono. No le he encontrado un uso real y después de probarlo vi que no podría acostumbrarme a ello. Aún así están bien para quien quiera más variedad.
Por otra parte, todas las aplicaciones de Samsung que vienen preinstaladas son para ocultarlas directamente. Ni su tienda de aplicaciones ni el ChatOn ni nada de eso es mejor que lo que ya ofrece Google. S Voice no puede hacer frente a Google Now, el cual te entiende mejor y más rápido.
El rendimiento de la batería es bueno pero no espectacular. Dura un día usando el teléfono de una manera muy moderada. Me imagino que Google Now se encarga de consumir bastante batería pero con un uso intensivo de redes sociales y multimedia llegaría justo al día entero.
Así que en general se mueve todo bastante bien, Touchwiz es feo y no mejora el look original de Android Jelly Bean, aunque sí que aporta algunas novedades basadas en gestos que pueden ser útiles a según que tipo de usuario.
Conclusión
5/10
El Samsung Galaxy S3 Mini no es un mal teléfono, pero se queda en el terreno del casi. Si tuviera un poco más de cada cosa sería una compra asegurada. Al procesador le falta un poco, igual que a la pantalla le falta un poco de resolución. Es decir, todo es correcto ahora mismo pero parece que se quedará corto en poco tiempo. Samsung podría haber subido un pelo las especificaciones, tendríamos un teléfono muy respetable y tampoco se iría mucho de precio. Además lo presenta como el hermano pequeño del Samsung Galaxy S3 (como si tuviera las mismas especificaciones en un tamaño más reducido) y eso no es cierto ya que le falta mucho para acercarse al S3 y por ello parece que sea el hermano pequeño y además, tonto.
El Samsung Galaxy S3 Mini se puede comprar por unos 300€ aproximadamente y si estás pensando en comprar un smartphone y no te quieres gastar mucho dinero puede ser una opción a considerar.
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